sábado, 14 de junio de 2008

Esta es mi vida

Yo, igual que otros filósofos, opino que la finalidad de la vida es encontrar la felicidad. Para ser feliz hay que tener unos objetivos o ideales que se deben ir cumpliendo y tener personas a nuestro alrededor como la familia o los amigos que nos animen a cumplir estos objetivos o que nos digan si los objetivos planteados no son adecuados o no están bien. Ellos solo deben aconsejarnos y nosotros valorar sus consejos pero en realidad tenemos que decidir por nosotros mismos y saber dictarnos lo que es bueno o malo para nosotros y para los demás.
Estos objetivos o ideales van cambiando con la edad y el paso del tiempo. Los objetivos cambian se hayan cumplido los anteriores o no, por ejemplo los objetivos de un adolescente cambian cuando va madurando aunque no se hayan cumplido todos los objetivos que se había planteado.
Según esta teoría hay dos tipos de felicidad: la absoluta y la relativa. Ahora explicare como conseguir cada una de ellas.
La finalidad de la vida es conseguir la felicidad absoluta. Para esto se deben cumplir todos y cada uno de los objetivos que nos hemos planteado, y todo debe irnos siempre bien, sin ninguna excepción, por lo que es imposible de conseguir, entonces solo podemos conformarnos con la felicidad relativa. Para conseguir la felicidad relativa tenemos que cumplir el mayor número de objetivos posibles a lo largo de nuestra vida aunque algunos no se cumplan o no todo vaya siempre bien en nuestra vida.
La conclusión es que cada uno debe plantearse unos objetivos, decidir si están bien o mal (con ayuda de seres queridos) e intentar cumplir el mayor número posible de ellos para ser lo más felices que puedan ya que la felicidad absoluta es imposible.